2010-12-12

Liburu usikadak - Mordiscos de libro

El mal de Portnoy, Philip Roth


La llevaba tan incrustada en la conciencia, que, al parecer, me pasé el primer año de colegio convencido de que todas y cada una de mis profesoras eran mi madre disfrazada. Echaba a correr en cuanto sonaba el timbre de salida, e iba todo el camino preguntándome si llegaría a casa con tiempo para pillar a mi madre antes de que volviera a transformarse. Pero siempre, invariablemente, la encontraba ya en la cocina, poniéndome el vaso de leche con galletas. Su proeza, sin embargo, en lugar de empujarme a renunciar al engaño. Lo que hacía era intensificar el respeto que me inspiraban sus poderes. y, también, el hecho de no sorprenderela entre encarnación y encarnación venía a suponer un alivio, de todas formas, aunque yo nunca cejara en el intento.


El mal de Portnoy, Philip Roth